Uno de los beneficios más destacados de un campamento para niños es la independencia que desarrollan con respecto a sus padres. Un aspecto vital para ganar seguridad y afrontar retos cotidianos que les ayudan a madurar de una manera sencilla y natural.
En Tarihuela sabemos la manera en la que los campamentos fomentan el desarrollo personal de quienes nos visitan. Por ello, prestamos especial cuidado a su diseño y a la definición de las actividades que los componen, que se ajustan a sus edades y capacidades.
Beneficios de un campamento
Un campamento de verano es un programa de actividades que se desarrolla, de una manera lúdica y relajada, durante las vacaciones de los pequeños. En el caso de Tarihuela se trata de acciones que combinan la actividad física con talleres artísticos, creativos, emocionales y relacionados con el medio ambiente. Propuestas llenas de diversión en las que se fomenta el compañerismo, la autonomía de los participantes, el trabajo en grupo, la empatía, el respeto por los demás, y el conocimiento de ámbitos de conocimiento que no se abordan en los centros educativos durante el curso.
De entre todos estos beneficios, la independencia que consiguen los niños que toman parte de los campamentos de verano es, quizá, la más destacada. Esto se debe a que supone un punto de inflexión en el desarrollo madurativo de los pequeños. Un proceso muy positivo tanto para ellos como para sus familias, ya que conlleva seguridad, fortaleza mental, capacidad de resolución de problemas y autogestión.
Qué conlleva la independencia de un niño
- La independencia refuerza la autoestima y la confianza en sí mismos: Se valora mucho más y puede actuar de manera autónoma a diferentes situaciones, por tanto, coge esa confianza para comunicarse con otras personas que no tienen por qué conocerlos, mejora su autoestima por ver qué puede hacer las cosas por sí solo estando en un espacio totalmente seguro.
- Ayuda a desarrollar habilidades sociales y de resolución de problemas: Como hemos comentado, la sociabilidad en los campamentos es clave, ante la adversidad tanto de chicos y chicas como edades, aunque se junten con su grupo de referencia, desarrolla más habilidades sociales para poder comunicarse teniendo una puesta en común, ir al campamento y disfrutar, además, ser independiente también conlleva a resolver problemas en diferentes apartados de convivencia, de las propias actividades…
- Los niños aprenden a tomar decisiones sin depender de los adultos: Están solos y solas ante el peligro, por tanto, esa toma de decisiones la van a tomar por si solas, ya que, con buena confianza y autoestima, se van a venir en una posición donde ellos mismos tendrán que resolver las diferentes adversidades.
- Preparación para el futuro: cómo la independencia les será útil en su vida académica y personal: Coger diferentes herramientas educativas y valores, fuera del campamento será muy positivo ya que, siendo una experiencia tan enriquecedora, será un reflejo en su vida y en su día a día y valorará mucho haber conseguido esas herramientas y valores para que, a nivel académico y personal, pueda valorar qué utilizar y en qué momento y sea muy virtuoso para ellos y ellas.
El campamento de verano, un espacio ideal para el desarrollo de la independencia
Aunque muchos padres sienten miedo al mandar a sus hijos por primera vez a un campamento, luego se alegran de haber afrontado esta situación. Y es que los campamentos de verano de Tarihuela son mucho más que un lugar en el que permanecer, son espacios seguros en los que aprender a ser uno mismo.
Además, los campamentos son:
- Un espacio seguro donde los niños pueden experimentar sin miedo.
- Un lugar en el que los participantes siempre están acompañados de otros niños de edades similares que se encuentran en la misma situación. Esto refuerza el aprendizaje mutuo.
- Son lugares en los que no tienen a sus padres cerca, lo que les permite asumir más responsabilidades
Cómo se desarrolla la independencia en el campamento de verano
Con todo lo anterior, el niño que se encuentra en un campamento debe tomar decisiones en acciones cotidianas, a las que no se había tenido que enfrentar. En este sentido, por ejemplo, los niños deben:
- Elegir las actividades que desean hacer de la oferta que se ofrece. Y es que aunque los monitores fomentan y explican la programación, también escuchan sus opiniones.
- Organizar su tiempo libre.
- Tomar decisiones en equipo y en solitario.
- Escuchar las opiniones de los demás.
- Realizar pequeñas tareas rutinarias que no pueden delegar en los demás. Hablamos de: organizar su mochila; llevar a cabo su higiene personal; vestirse solos; guardar la ropa sucia; organizar el espacio en el que duermen, etc.
- Aprender a socializar y mejorar sus habilidades de convivencia.
- Resolver conflictos sin la intervención de los progenitores aunque sí de los monitores, que les orientan sobre cómo hacerlo.
- Superar retos y afrontar nuevas experiencias. En Tarihuela, por ejemplo, ponemos a su alcance la posibilidad de tirarse en tirolina, hacer escalada, dominar un kayak, actividades a las que la gran mayoría nunca se ha enfrentado.
- Aprender a trabajar en equipo en actividades y juegos de conjunto.
Gestión emocional, nuestro objetivo fundamental
En Tarihuela prestamos especial atención al desarrollo emocional de los niños que nos visitan. En este sentido, nuestros monitores les ayudan a crecer en este sentido. Para ello les enseñan a:
- Aprender a manejar el miedo a lo desconocido. En este sentido les ayudamos a buscar soluciones que les hagan recuperar la calma y disfrutar del campamento sin miedo.
- Enfrentarse a la separación temporal de los padres. Se trata de una de las grandes lecciones del campamento y la que marca un antes y un después en la independencia de los pequeños.
Con todo ello, nuestros niños siempre recordarán su paso por el campamento de verano y pondrán en valor todo lo que aprendió con nosotros. Y en tarihuela estaremos muy orgullosos de ello y de ellos.